Post publicado originalmente en Divulgador.es
Reflexionando para escribir esta entrada me he dado cuenta de que, sin yo saberlo, quise hacer divulgación científica desde que era pequeña. Yo nací hace ya unos cuantos años en la preciosa ciudad de Astorga (León). En esa ciudad hay una farmacia de las de antes, y cuando digo de las de antes me refiero a que existe desde 1770. Pues da la casualidad de que durante mi niñez pase mucho tiempo en esa farmacia y me parecía asombroso como se ayudaba a la gente a curarse con los medicamentos que se dispensaban y los consejos que se daban en ella. Con 4 años decidí que quería ser farmacéutica.
Ni corta ni perezosa, 13 años después empezaba a estudiar farmacia en la Universidad de Salamanca. En esos años de universidad descubrí que la genética y la microbiología me apasionaban más que la propia farmacología, así que cuando terminé la carrera decidí empezar el doctorado en el departamento de microbiología y genética. Y ahí empezó mi relación con la investigación, que me ha llevado, después de terminar el doctorado, a formar parte de un grupo de investigación que utiliza levaduras como modelo para estudiar los procesos que causan cáncer en el Paterson Institute for Cancer Research (PICR) de Manchester (Reino Unido).
Trabajar en un laboratorio de investigación es fascinante y llevo ya casi 9 años haciéndolo. Pero siempre hay algo que echo de menos cuando estoy en el laboratorio y que me encantaba de la farmacia de Astorga: el contacto con la gente, hablar con los pacientes y responder a sus preguntas. Lo más parecido a esto que podía hacer era participar en los días de puertas abiertas del PICR, en el que estudiantes de instituto o público en general vienen a nuestros laboratorios y nosotros les explicamos qué es lo que investigamos. Sin embargo esto no era suficiente para mí.
Empecé a buscar en internet posibles cosas que pudiera hacer y llegué al blog E-ciencia.com. Me gustó mucho y decidí mandar un email a su editor ofreciéndome para escribir alguna entrada sobre la investigación básica con levaduras (que es lo que yo hago en el laboratorio). Él me dijo que vale, que le mandara lo que escribiera. Sin embargo, lo fui dejando y no mandé nada.
Un mes después recibí un email de mi hermana preguntándome si me importaba que le mandara la entrevista que me hicieron para la sección de “Investigadores por el mundo” de El Mundo a un periodista a través de twitter. No había respondido todavía cuando recibí otro email diciendo que ya lo había mandado y preguntándome por qué yo todavía no usaba Twitter. Que personas como yo le sacarían mucho partido. Y prácticamente, mi hermana me “obligó” a empezar a usar Twitter. Me recomendó algunas personas a las que seguir y a partir de ahí empecé a encontrar cuentas interesantes. Dos días después y viendo la cantidad de información que me llegaba por twitter y las cosas que se estaban haciendo en cuanto a comunicación científica (ya que la mayor parte de cuentas a las que seguía eran relacionadas con este tema) me decidí a empezar mi propio blog. En él quería escribir acerca de ciencia, de la situación de jóvenes investigadores y de cuestiones igualdad de género en investigación (que son los temas en los que me encuentro metida hoy en día).
Así que en un par de días ya había creado mi blog, Caja de Ciencia, en español y en inglés, y había escrito las primeras entradas. Y me encantó hacerlo. Además parecía que a la gente le gustaba lo que escribía y cómo lo escribía. En ese momento, Alex Fernández Muerza, de E-ciencia.com, se volvió a poner en contacto conmigo para ver si seguía interesada en colaborar en su blog. Le dije que sí y esta vez ya escribí mi primera entrada. A partir de ahí, seguí escribiendo en mis blogs, colaborando en E-ciencia.com, también en el proyectoHablando de Ciencia y metiéndome más en el mundo de la divulgación científica. Empecé a leer libros sobre el tema y a asistir a talleres y conferencias.
Además Alex, que ha sido un gran apoyo para mí en todo lo relacionado con la divulgación científica, me dio la oportunidad de ayudarle a escribir un artículo sobre la situación de los jóvenes investigadores en España para Amazings.es, y recientemente desde la L’Oreal Foundation for women in science me han pedido que escriba sobre ciencia en su blog Agora.
No llevo mucho tiempo en esto y no soy ninguna experta, pero me encanta y ha llenado ese vacío que tenía en lo relacionado al contacto con la gente. Me encanta la divulgación científica y espero poder seguir haciéndola durante mucho tiempo. De hecho esta entrada empecé a escribirla en el tren de vuelta a Manchester desde Londres donde asistí a la Science Communication Conference 2011 de la British Science Association y que me ha convencido mucho más de que la divulgación científica tiene un gran futuro y nos toca a todos hacerlo realidad.
Marisa Alonso Núñez (Astorga, 1979) es farmacéutica y bioquímica. Doctora en Microbiología y Genética Moleculares. Investigadora postdoctoral en el Paterson Institute for Cancer Research en Manchester y aprendiz de divulgadora científica.
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